Pero, antes de entender qué son los sistemas PSIM, es interesante analizar cuáles fueron sus orígenes. En la década de los años noventa del siglo pasado nacieron los primeros aplicativos de monitorización para sistemas de seguridad. Realmente, este tipo de productos ya se estaba utilizando en otros entornos, principalmente industriales; son los llamados sistemas SCADA para la monitorización y control de procesos. Por primera vez, la aplicación de estos sistemas al sector de la seguridad permitió contar con herramientas diseñadas específicamente para el sector con una interfaz gráfica adaptada a las necesidades de los operadores de vigilancia.

La tecnología de la época limitaba las posibilidades de integración tal y como la conocemos hoy en día. Las empresas pioneras en este tipo de software fueron desarrollando protocolos de comunicaciones con equipos de distintas marcas para sistemas de detección de intrusión e incendio. Cada equipo de seguridad necesitó un desarrollo específico del protocolo de comunicación (driver) dado su carácter propietario, siendo este aspecto uno de los pilares básicos de los sistemas de monitorización. Nació así la capa de comunicaciones, fundamental para cualquier tipo de sistema de estas características. 

La llegada del siglo XXI supuso un gran cambio para nuestro sector gracias a los importantes avances en las telecomunicaciones –nacimiento de Internet y las redes IP–. La limitación existente en la década anterior respecto a la conexión física de los equipos (RS232, RS485, etc.) desapareció, dando paso a nuevas arquitecturas de sistemas en las que las redes IP posibilitaban la conexión de equipos en cualquier sitio. Ello supuso el desarrollo tecnológico de otros sistemas dentro del sector y facilitó su integración –por ejemplo, los desarrollos en IP del vídeo o la interfonía–. Estos avances permitieron ampliar la capa de comunicaciones, incorporando más subsistemas de seguridad, lo que acabó propiciando una capacidad de integración más heterogénea, a la par que eficiente.

Gracias a este cambio tecnológico, los sistemas de monitorización también dieron un salto cualitativo importante, dando paso a lo que se conoce como Sistemas de Integración de Seguridad (SIS). Podríamos definir un SIS como un producto de software para la supervisión, control e interrelación de los sistemas necesarios para garantizar la óptima vigilancia de la seguridad. Me refiero a sistemas de detección de intrusión e incendio, control de accesos, CCTV, interfonía, redes de datos, energía, etc.

El final de la primera década del siglo XXI, con las redes IP ya consolidadas en el sector, permitió que los SIS ofrecieran características avanzadas que, actualmente, se incluyen en los sistemas PSIM, motivo por el cual se genera a menudo la duda sobre qué tipo de producto se necesita. Se consolida la monitorización permanente de los equipos y la gestión del vídeo IP desde los SIS y se añaden prestaciones de movilidad (smartphones).

Por otro lado, el mundo de la seguridad se da cuenda de que ya puede tener acceso a otras entidades de información, por lo que el propio sector, de forma natural, demanda la integración de nuevos sistemas como plataformas de recursos humanos o la integración con las de emergencias (Policía, Protección Civil, etc.).

En los últimos años se ha producido un nuevo cambio en los SIS. La necesidad de analizar un mayor número de datos y la interrelación con más sistemas han propiciado el nacimiento de los sistemas PSIM.

Sistemas PSIM

Los sistemas PSIM son gestores integrales de la seguridad y se caracterizan por recibir una gran cantidad de datos tanto de sensores como de otras fuentes de información, por lo que su tratamiento es distinto al sistema SIS convencional de centro de control. En este caso, se analiza la información recibida y se trata de forma eficiente para facilitar las labores del servicio de vigilancia.

Las alarmas ya no se tratan como puntos aislados, sino como incidencias dentro de una agrupación/instalación/ubicación. Ello hace que los sistemas PSIM sean capaces de agrupar las señales por instalación y tipología, distribuyéndolas de forma eficiente entre los distintos operadores de la sala de control de seguridad.

Este cambio en la gestión de la seguridad marca la diferencia entre el centro de control típico de un edificio gestionado por un SIS, con uno o dos operadores, y un centro de control para múltiples edificios o emplazamientos remotos gestionado por un PSIM, normalmente con un mayor número de puestos de operación.

Para diferenciar un PSIM de un SIS, supongamos que se reciben dos alarmas dentro de una instalación. 

  • Un SIS transmitiría automáticamente las dos señales a todos los operadores de la sala.
  • En cambio, un sistema PSIM analizaría el tipo de señal que llega. Si un operador se encontrase atendiendo ya una alarma de esa instalación, también se ocuparía de la nueva, ya que guarda relación con la anterior. De esta forma, se dejaría a un segundo operador libre para poder atender las alarmas de otras instalaciones. 

Y otra característica diferenciadora de los sistemas PSIM es el tratamiento de las incidencias. Los sistemas SIS tienen como función reconocer y tratar las incidencias que llegan al sistema y, normalmente, su labor finaliza en ese momento, al menos en lo que a la gestión del software se refiere.

En cambio, los sistemas PSIM dotan al operador de las herramientas necesarias para la toma de decisiones. En estos sistemas es común que el flujo de trabajo esté regido por un procedimiento a seguir donde el operador va a tener que ir realizando acciones según le vaya indicando el software. Estos procedimientos son personalizados para cada cliente y varían dependiendo del tipo de criticidad de la incidencia.

Por abundar en este punto, que es de vital importancia, pongamos, por ejemplo, una situación en la cual el operador está gestionando una incidencia por el salto de un detector volumétrico que requiere un procedimiento (visualización de CCTV, envío de un acuda, etc.) y, de repente, llega al sistema una incidencia de carácter más crítico de la misma instalación, como pudiera ser un pulsador de pánico. Automáticamente, el sistema PSIM cambiará el procedimiento y el operador se encontrará gestionando la incidencia más crítica de la instalación con su procedimiento correspondiente.

Una vez gestionadas las distintas incidencias de las instalaciones, algo muy interesante es el análisis forense de lo ocurrido en el sistema. Los sistemas SIS suelen disponer de una gestión convencional de consulta de históricos o incidencias. Es una herramienta útil, aunque puede resultar insuficiente para grandes proyectos, donde, además, se necesitan sacar conclusiones de la gestión.

Los sistemas PSIM dan un paso al frente en este tipo de gestión y poseen un módulo de analítica y estadística de incidencias. Esta herramienta ayuda a la mejora y eficiencia de la seguridad de las instalaciones, brindando datos muy interesantes para la toma de decisiones estratégicas como, por ejemplo, el tiempo medio de respuesta de los operadores. El análisis se realiza tanto a nivel global como en zonas geográficas, detectándose hotspots (puntos calientes) donde se focaliza el mayor número de incidencias, permitiendo así un análisis de las zonas más afectadas para una mejora u optimización de la gestión.

Por último, también merece mención especial la personalización que requiere un sistema PSIM a la hora de llevar a cabo su implementación. En un SIS, la operativa en diferentes instalaciones va a ser muy similar, por lo que la personalización de cada proyecto se reduce a la realización de la planimetría, la configuración de los elementos y la definición de las interrelaciones entre ellos. Por el contrario, el nivel de personalización que requiere un sistema PSIM es mucho más elevado debido a que, además, debe conciliar otro tipo de informaciones y analizarlas en un marco geográfico, incluyendo los procedimientos de seguridad, para, finalmente, generar un flujo de trabajo adecuado a cada situación.  ( ver aquí el artículo publicado en la revista Seguritecnia de noviembre )