Desde el principio de este siglo el mundo se ha visto sacudido fuertemente, y se han roto algunos paradigmas, al menos tres veces, por: los atentados del 11 de septiembre de 2001, el colapso financiero de 2008 y, muy especialmente, por la pandemia de la COVID-19 reciente.

Cada caso ha sido una amenaza asimétrica, puesta en movimiento por algo aparentemente puntual y muy diferente de todo lo que el mundo había experimentado hasta entonces.

 

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