Vivimos en un mundo lleno de contrastes, queremos cuidar del planeta pero nos dejamos arrastrar por la sociedad de consumo, anhelamos la libertad pero vivimos aferrados a nuestros teléfonos móviles y, en los últimos años, con la amenaza del terrorismo pendiendo sobre nuestras cabezas, necesitamos sentirnos seguros pero sin renunciar a nuestra comodidad.

En el mundo de la seguridad este dilema no es nuevo. Siempre han existido desacuerdos entre técnicos y arquitectos por integrar las soluciones de seguridad en el diseño de los edificios. Sistemas contra incendios, circuitos cerrados de televisión, tornos, puertas de seguridad…, no son elementos fáciles de esconder dentro de un proyecto por sus dimensiones y ubicación. También es cierto que, hasta ahora, muchos de ellos no ganarían el premio Pritzker, pero su función no es decorar o embellecer el espacio sino garantizar la seguridad de las personas y/o mercancías que se encuentran en su interior, por lo que su inclusión en el proyecto debería tener tanto peso como la estética.

En los últimos 10 años, las empresas de seguridad han invertido mucho tiempo y recursos en diseñar soluciones atractivas y vanguardistas que cumplan con la normativa exigida en su instalación y funcionamiento. Una prueba clara de ello es el diseño de los lobbies de entrada  de los edificios corporativos, culturales o gubernamentales. Hasta ahora estos espacios eran los preferidos por los arquitectos para dar rienda suelta a su imaginación por tratarse de la primera imagen que el visitante tiene de la entidad a la que acude y por ser un lugar en donde se suele permanecer un tiempo, ya sea para acreditarse, adquirir entradas o solicitar información.

En edificios singulares por su clasicismo o en el extremo contrario, minimalismo, la instalación de soluciones de control de acceso suele ser complicada tanto por las dimensiones de los sistemas como por los materiales de los que están fabricados. Para solucionar esta problemática, los equipos de desarrollo de las empresas de seguridad han realizado una importante labor de investigación hasta conseguir productos cada vez más adaptables a los diferentes espacios que pretenden pasar inadvertidos al visitante sin perder ni un ápice de eficacia.

A continuación veremos varios ejemplos en los que las soluciones de control de acceso, en concreto, pasillos motorizados, se han integrado perfectamente en el diseño de varios edificios singulares.

Teatro del Liceo (Barcelona)

Tras el incendio que asoló el teatro en 1994 la seguridad es una prioridad en el Liceo. En un edifico clásico como este se ha instalado un sistema de ticketing para el acceso del público en el hall principal del recinto operístico con los pasillos motorizados pertenecientes a la última gama SpeedStile FLs de Gunnebo. La ligereza de estos pasillos de puertas batientes, fabricados en su mayoría en vidrio, hace que la integración con el espacio sea absoluta a la vez que se garantiza la seguridad gracias a su algoritmo único para la detección completa de paso no autorizado.

Museo Arqueológico Nacional (Madrid)

Este museo creado por Isabel II en 1867 fue reformado entre 2008 y 2014 para hacerlo más accesible y dotarlo del equipamiento tecnológico necesario para responder a los criterios de confortabilidad y seguridad requeridos para hacer cómoda y placentera la estancia en él. La inversión fue de 65 millones de euros entre obra civil y museografía, pasando a un espacio dedicado a exposición de 9.800 m2. En el acceso principal a la colección se instalaron pasillos de última generación para el control de acceso a los visitantes, con un diseño minimalista modelo SpeedStile FL acorde con las nuevas instalaciones del museo.

Campus Repsol (Madrid)

Repsol inauguró en 2013 sus oficinas centrales en Madrid con una superficie construida de 123.000 m2 y capacidad para unos 4.000 empleados. Campus Repsol está compuesto por cuatro edificios que forman un claustro alrededor de un gran jardín central en los que accesibilidad, sostenibilidad y seguridad tienen un papel primordial. La compañía, una de las mayores del IBEX y con presencia mundial, exigía la última tecnología en control de accesos con el agravante de que los sistemas de seguridad estaban situados en el exterior del edificio. Gunnebo instaló pasillos motorizados peatonales de puertas deslizantes SpeedStile FP que integran la tecnología de control de accesos más avanzada ya que verifican la identidad de cualquier persona con tarjeta de entrada a la empresa, tanto de la sede madrileña como de otras ciudades y partes del mundo.

Estadio Santiago Bernabéu (Madrid)

Los estadios de fútbol de grandes clubs son edificios críticos en cuanto a seguridad por lo que requieren soluciones efectivas. Gunnebo, proveedor de tornos de control de acceso para los nuevos estadios de EuroFrance 2016, recientemente actualizó tecnológicamente para la LFP sus pasillos motorizados modelo SpeedStile FP y BP en el área Vip del estadio del Real Madrid para el acceso a los palcos. Por su situación en áreas exclusivas del recinto, las soluciones debían ser diferenciadoras y aportar una imagen de calidad sin olvidar que son zonas de alta afluencia de público.

Camp Nou (Barcelona)

Gunnebo, en su especialización para el segmento Stadia, instaló para el Fútbol Club Barcelona  pasillos motorizados peatonales bi-parting modelo SpeedStile BP para el control de acceso acceso al Tour del estadio y visita al Museo integrando un sistema de ticketing. Para la salida de los visitantes se optó por tornos trípode acabados en acero inoxidable modelo SlimStile EV, especiales para tránsito masivo de público. Todo ello controlado mediante la última tecnología en gestión de aforos, nuestro MPTouch. Las personas que acuden a esta parte del estadio son en su mayoría turistas no familiarizados con espacio por lo que se instalaron soluciones sencillas pero robustas que facilitan el acceso y no suponen una barrera para el flujo de visitantes.

Diseño vs. Seguridad

Jaime Rico, Sales KAM de Gunnebo España

jaime.rico@gunnebo.com